Promontorium Sacrum – Cabo de San Vicente

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EL PROMONTORIUM SACRUM

CABO DE SAN VICENTE, PORTUGAL

(Historia y Naturaleza)

El hombre siempre ha sentido una gran atracción por la naturaleza y sus fenómenos. ¡No es de extrañar! Vivimos en este planeta tan fascinante y no se nos puede escapar su belleza salvaje, su bondad y sus explosiones de furia. Este grandioso espectáculo que dejaba pequeño al ser humano, que no encontraba explicación a las veleidades de la naturaleza, pero que dependía de ella, hizo que el hombre la admirara y venerara, y aún hoy lo hace.

Existen escenarios donde podemos sentir esa proximidad con la naturaleza, su grandeza. Uno de ellos es el Promontorium Sacrum, nombre latino dado al Cabo de San Vicente por los romanos.

En la Antigüedad se sospechaba que el Promontorium Sacrum fuera el punto más occidental de la Tierra (hoy se sabe que el punto más occidental de la Europa continental es el Cabo da Roca, cerca de Sintra, Lisboa). Habría sido un santuario, pero sin construcciones -no harían falta-. Esto lo deducimos de las palabras de Estrabón (Geografía III, 1, 4/5) que habla por boca de Artemidoro de Éfeso. Los visitantes colocaban piedras apiladas de tres en tres (o de cuatro en cuatro) y cuando pasaban otros les daban la vuelta y, tras las libaciones pertinentes, volvían a colocarlas en su posición. Por la noche no se permitía que la gente permaneciera en el lugar, ya que era la morada de los dioses.

¿Quién no ha visto piedras apiladas de esta forma en múltiples sitios, en nuestros días?

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Sea que la costumbre ya ancestral por entonces (hace 2.000 años) perdura hasta hoy, sea que alguien lo ha puesto de moda consiguiendo contagiar a miles de personas, en fechas más recientes, porque se ven en todo tipo de lugares en el mundo, donde el hombre se encuentra en armonía con la naturaleza.

Continúa relatando Estrabón que, cuando el sol se ponía en el mar al oeste del Promontorium Sacrum (en general en los sitios en el occidente conocido), Posidonio y otros autores aseguraban que se apagaba con un silbido, aunque Estrabón negaba este efecto.

Promontorium Sacrum - Luis del Rey Schnitzler

En las cuatro veces que ya he estado en el Promontorium Sacrum para ver la puesta del sol, en diferentes épocas del año, puedo asegurar que nunca oi un silbido (aunque me lo podía imaginar), eso sí, el ocaso siempre fue espectacular.

Promontorium Sacrum - Luis del Rey Schnitzler

Promontorium Sacrum - Luis del Rey Schnitzler

Promontorium Sacrum - Luis del Rey Schnitzler

En la siguiente foto se ve el Cabo de San Vicente (a la izquierda), nuestro Promontorium Sacrum, desde el Promontorio de Sagres. Es curioso que la toponimia de este otro promontorio, tan cercano al cabo, se asemeje tanto al «sacrum» latino. No obstante, es el cabo de San Vicente el que está situado más al oeste, y coincide con la descripción de Estrabón, que decía que tenía forma de barco. Esto se puede observar más o menos desde el mar, aunque la erosión en 2.000 años puede haber cambiado mucho el aspecto de las rocas. En tierra no se percibe este perfil.

Promontorium Sacrum - Luis del Rey Schnitzler

Realmente no hay una mejor época para visitar el Cabo de San Vicente. Si os encontráis relativamente cerca, mirad qué tiempo va a hacer. Si ha hecho mucho viento el día anterior (si bien aquí siempre sopla el viento) y la atmósfera está limpia siempre se verá mejor. Si está muy despejado, con suerte, podréis ver cómo se posa el sol en el horizonte sobre el mar. Las nubes aportarán magia al lugar, pero debía verse al menos algún rayo de sol.

¡Disfrutad viajando!

(C) Luis del Rey Schnitzler, 2016