Restos visigodos en Badajoz – La Alcazaba y aledaños
RESTOS VISIGODOS EN BADAJOZ
UN PASEO POR LA ALCAZABA
El pasado fin de semana tuve ocasión de presentar en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz la Guía Arqueológica de la Península Ibérica, un acto que contó con una gran afluencia de público, durante el cual me sentí muy arropado y a gusto. Agradezco nuevamente a la ciudad de Badajoz, a la Asociación de Amigos de Badajoz y al propio museo la gran acogida dispensada.
Tras la presentación, la Asociación de Amigos de Badajoz organizó una visita guiada a los spolia visigodos de la Alcazaba pacense, que contó con la magnífica “batuta” de Fernando de la Iglesia Ruiz, a quien agradezco enormemente los conocimientos aportados. Fernando administra el blog Historias de Badajoz en el que hallaréis mucha información sobre esta interesante ciudad.
Junto a Badajoz se han hallado restos de épocas muy pretéritas, aunque la historiografía comienza a hablar de la ciudad como tal durante la dominación musulmana, atribuyéndose su fundación sobre el Cerro de la Muela en el año 875 e.c. a Ibn Marwan, un caudillo musulmán de origen muladí, cuyas revueltas debieron exasperar y no poco al por entonces emir de Córdoba, Muhammad I.
Los restos actuales de la Alcazaba –junto con la de Almería, las más extensas de España- son el resultado de diversas reformas sufridas a lo largo del tiempo. Fue la residencia de los reyes de Badajoz, una de las Taifas más poderosas de la Península (1013-1170 e.c.), aunque el aspecto actual de sus murallas se debe a los Almohades, que en el año 1230 e.c. pierden la plaza de Badajoz, que pasa a ser dominio del rey Alfonso IX de León. En época moderna ha sufrido los avatares de las guerras: durante la Guerra de la Restauración Portuguesa (1640-1668), la de Sucesión Española (1701-1713) o la de la Independencia Española (1808-1815).
En el interior se encuentran diversos edificios de distintas épocas, de entre los cuales destaca el palacio de los Condes de la Roca, actual sede del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y el antiguo hospital militar, hoy transformado en Biblioteca de Extremadura. En el interior de la biblioteca se han identificado algunos restos del palacio y de la mezquita presuntamente de tiempos de Ibn Marwan. También queda en pie una torre de la antigua catedral de Santa María del Castillo.
Esgrafiado (moderno) representando la figura de un dragón. Palacio de los Condes de la Roca (actual Museo Arqueológico Provincial)
Menos conocidos por el público foráneo son los restos visigodos en Badajoz (piezas ornamentales y estructurales: fustes, capiteles, cimacios, impostas, pilares y pilastras, a veces enteros, otras fragmentados) que se encuentran diseminados por diferentes lugares de la ciudad vieja pero especialmente dentro y en las inmediaciones de la Alcazaba (en la Plaza Alta o en la Plaza de San José, por ejemplo). Un ojo avezado los detectará.
Quicios hechos de materiales visigodos en la Puerta del Capitel
Hay diversas teorías sobre la procedencia de estos restos. Se habla, por un lado, de que fueron traídos desde Mérida y, por otro, de que pertenecerían a una anterior población visigoda asentada en Badajoz, que al tiempo de la conquista musulmana se encontraría ya en decadencia. Sea como fuere, los visigodos en Badajoz están presentes en innumerables rincones.
¿Por qué se embutirían en las paredes y muros estos elementos? No está claro, pero una posibilidad sería que los gobernantes musulmanes querían demostrar con ello que eran los herederos de las culturas que les precedieron en el poder, porque se colocaron en lugares bien visibles, con una intencionalidad que parece más ornamental que estructural.
Una visita a estos spolia visigodos debe complementarse necesariamente con la de la sala visigoda del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, donde aparecen otras piezas recuperadas en la misma ciudad, en su término municipal o en los aledaños.
Sirvan las imágenes para ilustrar al lector sobre algunos de estos restos.
Jardines de La Galera
Puerta de Yelbes
La alcazaba se encuentra actualmente en pleno proceso de consolidación y rehabilitación que, poco a poco, le está devolviendo una gran parte del brillo de antaño.
¡Os animo a visitarla!
CC-BY-NC 4.0: Luis del Rey Schnitzler
Una pregunta; si los musulmanes, utilizando las magníficas autopistas de la época (o tal vez el Ave a la Meca, quien sabe), iban al supermercado emeritense para traerse piedras, ¿por qué no se traían las piedras romanas (de mayor valor) en vez de las visigodas? ¿Por qué en Mérida usaban las romanas y se traían a Badajoz las visigodas? Y siguiendo el hilo, y considerando el gran número de piezas visigodas que hay en Badajoz, ¿qué se trajeron, la mayor parte de las piezas de esa época sin dejar casi nada en Mérida?
Buenas tardes, José Miguel. Los restos visigodos en la Península requieren seguramente un estudio más atento. Aunque me pudiera como tú decantar por una de las hipótesis, me faltan datos para poder opinar al respecto. En cualquier caso, no me parece descabellado pensar que en Badajoz existiera una ciudad antes de la llegada de los musulmanes.
Discúlpenme, pero no tengo más remedio que reírme, y mucho, de esos magníficos profesionales inventores y defensores de la teoría de las piedras emeritenses.