El castro celta del Castrejón de Capote

Share

El Castro Celta del Castrejón de CAPOTE y

la ciudad romana de NERTOBRIGA Concordia Iulia

Frecuentemente la naturaleza crea una bella simbiosis con las viejas piedras, cuando inunda los espacios donde antaño se oían los ecos de carros transitando por las calles o vivas voces de personas que abarrotaban los mercados y otros espacios públicos de una antigua ciudad o poblado, hoy por hoy, enmudecidos. Los troncos, ramas, raíces, tallos y hojas de las plantas y la tierra cubren las ruinas olvidadas durante siglos, convirtiéndose el conjunto en una masa inseparable.

A veces te preguntas si esos espacios no debían quedarse así, inalterados.

dsc_0472

Y es que al valor arqueológico de los dos yacimientos que a continuación referiré, se une otro paisajístico, que incrementa, si cabe su valor como recurso lúdico-cultural:

  1. El castro celta del Castrejón de Capote localizado en las estribaciones de Sierra Morena, lindando con el Parque Natural de las Sierras de Aracena y Picos de Aroche -éste ya en Andalucía-, en una zona elevada encajonada entre los arroyos Sillo y Álamo, y
  2. la ciudad romana de Nertobriga, en la Sierra del Coto o de Valera, estratégicamente situada en lo alto de un cerro rodeado de encinas y alcornoques de dehesa, desde el que se tiene un gran control visual del entorno circundante.

Ambos yacimientos, que distan el uno del otro únicamente 7 km en línea recta, se encuentran al suroeste de Extremadura, en una parte de la región antiguamente conocida con el nombre de la Beturia. De acuerdo con Plinio el Viejo, (NH, III, 13) la Beturia comprendería el área entre el Guadiana y el Guadalquir (parte de las actuales provincias de Badajoz, Córdoba, Huelva o Sevilla y un área reducida del Algarve portugués), si bien otras fuentes se refieren a un área imprecisa, seguramente más amplia, ubicada en términos genéricos más allá -al oeste- del Betis (el Guadalquivir). En tiempos prerromanos este territorio habría sido una zona de frontera entre pueblos túrdulos de origen íbero y pueblos célticos de origen indoeuropeo. El Castrejón de Capote y Nertobriga quedarían en la vertiente céltica.

El Castrejón de Capote (poblado-santuario celta)

(Higuera la Real, Badajoz)

Se encuentra a unos 5 km al sur de Higuera la Real sobre un cerro alargado, rodeado, a modo de meandro, en tres de sus lados por los cauces de dos arroyos, lo que le confiere el aspecto de una pequeña península.

Castrejón de Capote

Para acceder a él debemos pasar previamente por el Centro de Interpretación, situado a los pies de la antigua carretera que unía Badajoz con Huelva. La visita a este centro nos permitirá conocer a través de un audiovisual, de paneles, de diversas reproducciones de objetos y de una maqueta del castro la historia y la singularidad de este curioso rincón.

Enlace para descargar el folleto con un plano del recorrido (noviembre 2016).

Una senda de ida y vuelta de unos 1,7 km, debidamente señalizada con paneles informativos, nos llevará hasta los puntos más emblemáticos del yacimiento. Una vez cruzado el bello puente colgante -un atractivo adicional del sitio- sobre el arroyo Sillo que, aunque se llame arroyo puede llevar mucha agua, entraremos en el área que encierra el castro, de unas 3 ha. Aquí el camino se vuelve circular.

Castrejón de Capote

El castro habría estado ocupado entre los siglos V y I a.C. (aunque se halló un depósito votivo fechado en el siglo I d.C.), pudiéndose diferenciar dos principales etapas de ocupación: una prerromana, anterior a la primera mitad del siglo II a.C. y otra ya bajo la dominación romana, que se iniciaría en torno al año 152 a.C., coindicidiendo con la campaña del pretor Marco Claudio Marcelo que, de acuerdo con Polibio (Historias, XXXV, 2) por entonces asedia y conquista la vecina ciudad de Nertóbriga. Aunque el Castrejón de Capote no se mencione en la historiografía, no es descabellado pensar que en esa época cae también en manos romanas. Las huellas de cenizas datables en esas fechas testimonian que el poblado fue incendiado.

No estaríamos ante un oppidum de los que mencionan los textos antiguos, sino más bien ante un santuario fortificado, una singularidad de este yacimiento. El castro estaba amurallado, destacando las defensas del lado oriental, el más vulnerable, el lado que estaba unido «a tierra», que estaba protegido por muros de hasta 9 metros de altura y un foso, que defendían a algo más que a una simple población.

Castrejón de Capote

En el centro del castro se halló una curiosa pequeña sala de forma trapezoidal, seguramente sin techo, que tenía una salida hacia una calle central. En tres de sus lados, salvo en el que daba a la calle, estaba provista de bancos corridos y en el centro se situaba una mesa altar rectangular de piedra. La estancia se encontraba ligeramente elevada respecto del nivel de la calle. Lo curioso de este lugar es que fue deliberadamente sellado al poco de ser atacado a mediados del siglo II a.C. tapándose con tierra, dejando sepultado el altar junto con la vajilla ritual (vasos, copas, platos, cuencos y quemaperfumes), unas fusayolas, huesos de bóvidos y cérvidos, restos de cenizas y algunos objetos metálicos como una falcata, puntas de lanza, cuchillos y una parrilla, que las excavaciones arqueológicas hallaron en la misma posición en que quedaría todo tras la celebración del último ritual / banquete ocurrido en vísperas del asedio, hace más de 2000 años. Habrá que preguntar a las piedras sobre lo que aquí aconteció.

  • Santuario y calle central. El punto rojo está sobre la mesa del altar de piedra

En la vecina Portugal, en el Castelo Velho de Vaiamonte (Monforte, Portalegre) y en Garvão (Ourique, Beja) se han encontrado depósitos votivos con objetos similares, un indicio de las semejanzas culturales que existirían en un amplio territorio en el Suroeste peninsular antes de la venida de los romanos.

En Capote se descubrió igualmente otro depósito votivo, pero realizado ya en época romana julio claudia (sobre el año 45 d.C.) consistente en cerámica de paredes finas, terra sigillata y exvotos de terracota bajo el derrumbe de la Puerta Este. Un dato que certifica que este lugar seguía considerándose sagrado tras la conquista romana.

Otra pieza a destacar encontrada en el Castrejón de Capote es el fragmento de estela de guerrero, que servía de dintel a una zahúrda (establo para cerdos). Este tipo de estelas se suelen fechar a finales de la Edad del Bronce, inicios del Hierro, lo que podría indicar una ocupación anterior del lugar.

De los materiales hallados en el Castrejón de Capote (depositados en el Museo Arqueológico de Badajoz) destacan, tal vez, los vasos rituales (foculi) o quemaperfumes de cerámica. Uno de estos objetos se ha convertido en la imagen emblemática del castro, que veremos transformado en plancha de metal a la entrada del recinto desde la carretera.

Durante el agradable paseo por el castro observaremos otras estancias como un taller metalúrgico, almacenes, viviendas y zonas de molienda del cereal.

 

Castrejón de Capote

Uno de los atractivos adicionales de este entorno son sus recursos etnográficos, entre los que destacan las chozas de piedra con techumbre vegetal, las zahúrdas y los restos de un molino de agua que hallaremos junto a la senda.

Castrejón de Capote

Castrejón de Capote

Datos prácticos para la visita:

El Centro de Interpretación abre de jueves a domingos en horario de mañana, de 10:00 a 14:00 h (noviembre 2016). Ofrece un servicio de audioguías para el visitante.

Centro de Interpretación: 620 85 59 85 / castroceltadecapote@gmail.com (noviembre 2016)

Oficina de Turismo Higuera la Real: 924 72 33 28 / turismo@higueralareal.gob.es (noviembre 2016)

Bibliografía de referencia

BERROCAL RANGEL, Luis. «Banquetes y rituales colectivos en el suroeste peninsular«. En: Cuadernos de Prehistoria y Arquelogía [Universidad Autónoma de Madrid], nº 30. 2004. Págs. 105-119.

BERROCAL RANGEL, Luis. «El asentamiento céltico del Castrejón de Capote (Higuera la Real, Badajoz)». En: Cuadernos de Prehistoria y Arqueología [Universidad Autónoma de Madrid], nº 16. 1989. Págs. 245-296.

BERROCAL RANGEL, Luis. “El poblado fortificado de El Castrejón de Capote y su paisaje. La fortificación de lo Sagrado”. En: Paisajes fortificados de la Edad del Hierro. Las murallas protohistóricas de la Meseta y la vertiente atlántica en su contexto europeo. Madrid: Real Academia de la Historia. 2007. Págs. 255-280

 

Enlace a la entrada de Nertobriga Concordia Iulia.

 

¡Disfrutad viajando!

 

(C) Luis del Rey Schnitzler (2016)